La clasificación incorrecta de una lesión anexial como maligna puede llevar a infra o sobrediagnosticar cánceres de ovario. Considerar una lesión benigna como maligna puede llevar a una derivación errónea a centros referentes en Oncología ginecológica, forzando indicaciones quirúrgicas y otras pruebas médicas, generando ansiedad y preocupación en la mujer. Por el contrario, la falta de diagnóstico de un tumor de ovario dejará a las pacientes sin el tratamiento adecuado, retrasará el inicio del mismo o precisará de varias cirugías para su diagnóstico final, suponiendo un aumento en la morbi-mortalidad quirúrgica, favoreciendo la progresión de la enfermedad y un peor pronóstico.

La ecografía resulta un arma fundamental en la caracterización de las formaciones anexiales. Diferentes sociedades internacionales han acordado los términos y definiciones con las que resultaría más adecuado su descripción que, a su vez, ayuda al ecografista a definir el protocolo de estudio. La opinión de un ecografista experimentado tiene la mayor validez diagnóstica en la diferenciación entre benignidad y malignidad de las mismas. Sin embargo, dada la imposibilidad de acceso general a ecografistas expertos, se han diseñado diferentes scores ecográficos que ayuden a otros ecografistas con menos experiencia a valorar cualitativa o cuantitavamente la probabilidad de que una masa anexial sea maligna.

Por todo ello, consideramos necesario formar a todos los ginecólogos en el manejo de la ecografía para valorar una supuesta masa anexial y que se conforme un criterio correcto y acertado.