Tras el estudio, por parte del equipo de Panzer S, et al. de 21 momias de niños que pertenecieron a este periodo histórico, se reveló que una alta prevalencia padeció de anemia durante su infancia.
En concreto, 7 de ellos presentaban una deformidad en sus bóvedas craneales típica de evidencia de anemia hemolítica crónica y por deficiencia de hierro, debido seguramente a la desnutrición. Este estudio parece ser el primero que evalúe sistémicamente los efectos esqueléticos de la anemia por tomografía computarizada en los niños del Antiguo Egipto.